Utilizando ratones modificados para desarrollar los síntomas que imitan la enfermedad de Alzheimer, un equipo de la Universidad del Sur de la Florida, logró recolectar evidencia de que el café con cafeína ofrece una barrera de protección contra la enfermedad. Esta capacidad estaría solamente presente en el café y no en otras bebidas que contienen cafeína, así como tampoco en el café descafeinado.
Otros estudios habían demostrado previamente que el consumo diario de cafeína en la mitad de la vida y la tercera edad disminuye el riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer. Los primeros estudios de los investigadores de la USF sobre ratones con Alzheimer indicaban que la cafeína era probablemente el ingrediente en el café que ofrecía protección, ya que disminuye la producción cerebral anormal de la proteína beta-amiloide, que se cree que causa la enfermedad.
Según el neurocientífico Chuanhai Cao, autor principal del estudio, “el café con cafeína proporciona un aumento natural en los niveles de G-CSF en la sangre”. El G-CSF, una sigla que significa “Factor estimulante de colonias de granulocitos” (en inglés: Granulocyte Colony Stimulating Factor), es una sustancia muy escasa en pacientes con Alzheimer. Las investigaciones con ratones encontraron mejoras en la memoria de los animales a los que se le aumentaban artificialmente los niveles de G-CSF. Al respecto el USF Health Byrd Alzheimer’s Institute acaba de concluir un ensayo clínico con G-CSF en seres humanos con un grado de deterioro cognitivo leve. Los resultados de este estudio están siendo evaluados y serán publicados próximamente.
El componente misterioso
Lo interesante de esta investigación es que trata de una enfermedad que afecta en la actualidad a más de 25 millones de personas en todo el mundo, y que para el año 2030 podría alcanzar hasta 70 millones de enfermos, es decir, de no encontrarse una cura, habrá más gente con Alzheimer en el mundo que habitantes tiene Francia en la actualidad.
Los investigadores no saben aún cuál es el o los componentes que interactúan con la cafeína, pero sí detectan que “hay una interacción sinérgica entre la cafeína y otros componentes misteriosos del café que producen un aumento beneficioso en los niveles de G-CSF en la sangre".
Los investigadores creen que el consumo moderado de café al día (4 a 5 tazas, bastante por arriba del promedio del consumo norteamericano que es de 1 ½ a 2 tazas de café al día), comenzando en la mediana edad (30 – 50 años) es un hábito óptimo para protegerse contra la enfermedad de Alzheimer.
Creemos que el consumo moderado de café puede reducir considerablemente el riesgo de esta terrible enfermedad o retrasar su aparición
Dicen: “No estamos diciendo que el consumo diario moderado de café protegerá a las personas completamente contra la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, sí creemos que el consumo moderado de café puede reducir considerablemente el riesgo de esta terrible enfermedad o retrasar su aparición.”
El Café salvador
Un creciente cuerpo de literatura científica indica que el consumo moderado de café reduce el riesgo de varias enfermedades del envejecimiento, incluyendo la enfermedad de Parkinson, la diabetes tipo II y los accidentes cerebrovasculares. Sólo en los últimos meses, nuevos estudios han reportado que el consumo de café con moderación puede reducir significativamente el riesgo de cáncer de mama y de próstata.
Dijo el doctor Gary Arendash, autor principal del estudio: “Ahora es el momento de perseguir agresivamente los beneficios protectores del café frente a la enfermedad de Alzheimer. Esperamos que la industria del café pronto se transforme en un socio activo junto a los investigadores de Alzheimer para encontrar el ingrediente protector en el café y concentrarlos para ser incluidos en otras fuentes de alimentación.”
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