Bien sabido es que la enfermedad neumocócica (EN) es mortal. También se conocen los cuadros que es capaz de generar: meningitis, bacteriemia (infecciones de la sangre), sinusitis, otitis media y neumonía.
En la Argentina, la vacuna antineumocócica conjugada está incluida, para los niños, en el Calendario Nacional de Vacunación y se aplica de manera gratuita a los menores de dos años.
Lo que se desconoce, y es cuestión de salud pública hacer saber ya que a principios de este año se aprobó en el país la vacuna en adultos, es que entre la población mayor, la vacunación es fundamental, ya que muchos pacientes sufren de enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes, que puede ser agravada por alguna otra enfermedad infecciosa.
Sobre eso habló el doctor Raúl Istúriz, asesor de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de Caracas, durante una conferencia sobre neumococo realizada recientemente en Bogotá, Colombia. “Una persona mayor de 50 años debe vacunarse contra el neumococo porque es el momento en que sus defensas empiezan a disminuir poco a poco y comienza a haber mayor incidencia de enfermedades relacionadas con esta bacteria”, sintetizó el especialista.
En diálogo con Infobae.com, Istúriz insistió en que “alrededor de esa edad, los adultos empiezan a tener niveles más altos de diabetes, enfermedades del corazón, hipertensión y, en efecto, mayores riesgos de infecciones por neumococo”.
“Después de los 50 hay más infecciones por neumococo –y más graves- e incluso las personas mueren, cosa que no ocurre antes de esa edad”, destacó el además director del Centro de Vacunas para Adultos de Caracas, Venezuela, quien especificó: “Otro punto importante por el cual vacunarse a los 50 años es que en ese momentolas defensas todavía son muy vigorosas para responder a las bacterias y si uno se vacuna a esa edad tendrá una respuesta buena, pero además, más larga que si se vacuna a edad más avanzada”.
Así es que bien puede decirse que la edad constituye el factor de riesgo más significativo, dado que la EN ataca de manera desproporcionada a menores de dos años y adultos mayores de 50.
Asimismo, otros factores de riesgo de neumonía son enfermedades crónicas tales como cardiopatía, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma, insuficiencia hepática y renal crónica, así como antecedentes de alcoholismo y tabaquismo.
En ese sentido, Istúriz remarcó que las personas obesas, diabéticas, fumadoras o que padezcan alguna de las enfermedades consideradas “factor de riesgo de neumonía” deberían vacunarse antes porque es cuestión de “optimización del producto”. “Si el paciente tiene más riesgo no importa la edad, debe vacunarse. Si una persona es sana, con la edad tendrá otros riesgos por lo que a los 50 se calcula que también debería vacunarse”, instó.
Tras el antecedente de gripe A H1N1 en el país y consultado sobre cómo debería procederse con las embarazadas acerca de la vacuna neumocócica, el especialista consideró que “a diferencia de la vacuna antigripal, el problema con el neumococo es que se supone que la vacuna sea segura durante el embarazoporque no tiene un producto vivo ni nada que se reproduzca en el cuerpo de la mujer embarazada, que haga que pueda pasar algo con el bebé en formación, pero no hay estudios clínicos en embarazadas”.
“Yo le recomendaría la vacuna neumocócica a una mujer embarazada si tuviera la suficiente evidencia de que ella está en un riesgo especial. Si tiene un compromiso por otro factor de riesgo, yo lo hablaría con ella, le daría toda la información que le pueda suministrar, pero mi sugerencia sería que se vacunara“, subrayó.
A modo de conclusión, Istúriz destacó que “hay más infecciones y muertes por neumococo en adultos que en niños. Dado que se vacuna a los niños es por eso que cada vez hay más infecciones en los adultos por lo que el mensaje es que hay que vacunar a los adultos”.
En la Argentina, la vacuna antineumocócica conjugada 13-valente es gratuita para los niños dado que está incluida en el calendario de inmunizaciones. En el caso de los adultos, que se aplica en una dosis única, tiene un costo de alrededor de 400 pesos, pero las prepagas cubren entre el 50 y el 60% de su valor.
Un llamado de atención en niños, nunca está de más
Durante el mismo encuentro en Bogotá, el doctor Adriano Arguedas, pediatra especialista en enfermedades infecciosas y asesor en el Hospital Cima San José, de Costa Rica, hizo hincapié en el hecho de que, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dos niños mueren por hora por enfermedades causadas por el neumococo.
“No puede ser que niños latinoamericanos sigan muriendo por meningitis o neumonía, siendo que hace 12 años que tenemos una vacuna”, consideró, en referencia a la vacuna 7-valente introducida en los EEUU en 2000 como la primera vacuna conjugada neumocócica aprobada para proteger a bebés y niños de la EN.
En ese sentido, Arguedas remarcó que entre las metas del milenio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) figura “reducir la mortalidad en menores de cinco años un 66% para 2015 en comparación con 1990″.
Según Arguedas, el organismo internacional instó a los países a desarrollar estudios de vigilancia epidemiológica “para detectar la importancia de las enfermedades por neumococo”.
Y finalizó su ponencia con un dato que habla por sí solo: “La EN es la causa número uno de muertes prevenibles en niños”.
Mal uso de medicamentos: una costumbre difícil de erradicar
Durante su presentación acerca de la importancia de la vacuna neumocócica en adultos, Istúriz hizo un paréntesis para referirse al nada favorable hábito de automedicarse, que tienen muchas personas.
“Existe una relación directa entre el uso indebido de antibióticos y la resistencia a los mismos”, explicó el especialista.
“Lo que ocurre cuando uno usa antibióticos cuando no hacen falta, por ejemplo en una enfermedad viral (también cuando sí hacen falta, pero lo grave es cuando no) es que se cometen dos errores –puntualizó-. Primero, que es inútil porque el antibiótico no tiene ningún efecto en la enfermedad viral, y segundo, si esa enfermedad se complica como otra infección va a ser casi seguro que el germen sea resistente a los antibióticos”.
Tras asegurar que generalmente se cometen esos dos errores, Istúriz se manifestó “en contra del uso inapropiado de los antibióticos”.
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